Principios y Valores
Un principio es una ley o regla que se cumple o debe seguirse con cierto propósito, como consecuencia necesaria de algo o con el fin de lograr cierto propósito.El cumplimiento de los principios éticos morales es la base para una convivencia sana y armónica pues proporciona satisfacción personal.Los principios éticos-morales no pueden ser impuestos, sino elegidos libremente por cada individuo, por lo tanto, solo la conciencia de cada uno de nosotros nos puede indicar si nuestra conducta es realmente moral o inmoral.
Nuestra conducta social depende de las normas culturales vigentes en un determinado momento en la sociedad en la que vivimos.
Las normas biológicas e instintivas son los instintos que al igual que a los animales nos conducen a tomar ciertas conductas sociales, como el instinto sexual y el instinto de conservación. Una característica básica de los instintos es que no se aprenden, sin hereditarios, pero sin embargo, el ser humano tiene la posibilidad de controlar su fuerza gracias a nuestra capacidad de reflexión y elección.
Las normas legales son aquellas que se establecen en una sociedad con el fin de limitar ciertas conductas humanas que pueden ponen en la peligro la convivencia de la comunidad. Las leyes se adaptan continuamente a nuevas exigencias sociales por lo que están normas de conducta pueden ser variables.
La Justicia Social: es el fin de toda discriminación contra los individuos y la igualdad de derechos y oportunidades. Exige que las desigualdades cualesquiera que ellas sean se vean compensadas, aminoradas y de ser posible totalmente suprimidas por la sociedad y el Estado, sin que estos fines resulten supeditados ni a quienes detentan el poder económico ni a quienes ejerzan el poder político.
La Igualdad: Que no se define como una imposible uniformidad o identidad de todos los seres humanos, sino como principio que reconoce las diferencias y al mismo tiempo sostiene que ellas no pueden ser soporte para ningún tipo de discriminaciones. La igualdad consiste en una misma posición y una misma condición de todos los ciudadanos ante leyes idénticas para todos, con los mismos derechos y garantías tutelados por una sola e imparcial administración de justicia y un mismo tratamiento por parte de todos los organismos de la sociedad y del Estado. La igualdad también se entiende como igualdad de oportunidades, ya como el derecho garantizado que tiene todo ciudadano de desarrollar libremente sus aptitudes y capacidades sin interferencias ni impedimentos indebidos, y entendida también como la obligación ineludible que tienen la sociedad y el Estado de brindar las facilidades, medios y recursos para que puedan acceder libremente a las oportunidades quienes en razón de desventajas económicas, sociales, culturales o aptitudinales de cualquier naturaleza se hallan impedidos de acceder a las mismas.
La Libertad: Como plena autonomía de la voluntad del individuo, como derecho que tienen los seres humanos a hacer todo cuanto esté lícitamente permitido y todo cuanto no esté explícitamente prohibido. Libertad como principio esencial que garantiza a toda persona el pleno ejercicio del derecho a decidir su comportamiento y acción sin interferencias ajenas a la propia persona y sin lesionar los derechos de los demás, en el marco de lo consagrado en el sistema jurídico de la doctrina universal de los derechos humanos. Libertad como posibilidad de ejercer plenamente los derechos económicos, sociales, políticos, religiosos, de salud, vivienda, educación, cultura, sufragio, expresión, comunicación y todos los demás inherentes a la persona humana sin otras limitaciones que las restricciones mínimas establecidas democráticamente por razones de interés social.
La Solidaridad: Como virtud humana y democrática que se expresa en la concurrencia y cooperación entre los seres humanos, en la contribución de sus aptitudes y potencialidades, en la aportación recíproca de esfuerzos y voluntades tanto para lograr fines individuales y sociales como para superar sus dificultades.
La Honestidad: La promoción, exigencia y salvaguarda de nuestras actuaciones individuales y colectivas dentro o fuera del Partido caracterizadas por la ética, probidad, rectitud, honradez y transparencia. Honestidad como comportamiento honorable individual y social, en el Partido y en el Estado, en la actividad privada y en la función pública. Honestidad como respeto al ordenamiento jurídico, a las instituciones y a las normas de convivencia social y moral. Honestidad como observancia rigurosa y respeto a nuestros principios, reglas, historia, deberes ciudadanos y partidistas. Honestidad como garantes de la sanción a las infracciones éticas y disciplinarias.
El Pluralismo: Que se expresa en la necesaria y pacífica coexistencia de las más diversas formas de ser y de pensar, en la profesión de diferentes ideologías y cultos y como valor que garantice la convivencia entre sectores diferentes de la sociedad incluso más allá de su diversidad y heterogeneidad. Pluralismo garantizado en la tolerancia incluso de las ideas y posiciones antagónicas de nuestros adversarios. Pluralismo que halla auténtico sentido y expresión en garantizar el ejercicio del disenso, de las deliberaciones y polémicas que puedan conducir o no al consenso. AD, además de reconocer el valor del disenso y el consenso democrático al que aquel debe conducir, los proclama como principios esenciales e inquebrantables de la verdadera democracia.
Nuestra conducta social depende de las normas culturales vigentes en un determinado momento en la sociedad en la que vivimos.
Las normas biológicas e instintivas son los instintos que al igual que a los animales nos conducen a tomar ciertas conductas sociales, como el instinto sexual y el instinto de conservación. Una característica básica de los instintos es que no se aprenden, sin hereditarios, pero sin embargo, el ser humano tiene la posibilidad de controlar su fuerza gracias a nuestra capacidad de reflexión y elección.
Las normas legales son aquellas que se establecen en una sociedad con el fin de limitar ciertas conductas humanas que pueden ponen en la peligro la convivencia de la comunidad. Las leyes se adaptan continuamente a nuevas exigencias sociales por lo que están normas de conducta pueden ser variables.
La Justicia Social: es el fin de toda discriminación contra los individuos y la igualdad de derechos y oportunidades. Exige que las desigualdades cualesquiera que ellas sean se vean compensadas, aminoradas y de ser posible totalmente suprimidas por la sociedad y el Estado, sin que estos fines resulten supeditados ni a quienes detentan el poder económico ni a quienes ejerzan el poder político.
La Igualdad: Que no se define como una imposible uniformidad o identidad de todos los seres humanos, sino como principio que reconoce las diferencias y al mismo tiempo sostiene que ellas no pueden ser soporte para ningún tipo de discriminaciones. La igualdad consiste en una misma posición y una misma condición de todos los ciudadanos ante leyes idénticas para todos, con los mismos derechos y garantías tutelados por una sola e imparcial administración de justicia y un mismo tratamiento por parte de todos los organismos de la sociedad y del Estado. La igualdad también se entiende como igualdad de oportunidades, ya como el derecho garantizado que tiene todo ciudadano de desarrollar libremente sus aptitudes y capacidades sin interferencias ni impedimentos indebidos, y entendida también como la obligación ineludible que tienen la sociedad y el Estado de brindar las facilidades, medios y recursos para que puedan acceder libremente a las oportunidades quienes en razón de desventajas económicas, sociales, culturales o aptitudinales de cualquier naturaleza se hallan impedidos de acceder a las mismas.
La Libertad: Como plena autonomía de la voluntad del individuo, como derecho que tienen los seres humanos a hacer todo cuanto esté lícitamente permitido y todo cuanto no esté explícitamente prohibido. Libertad como principio esencial que garantiza a toda persona el pleno ejercicio del derecho a decidir su comportamiento y acción sin interferencias ajenas a la propia persona y sin lesionar los derechos de los demás, en el marco de lo consagrado en el sistema jurídico de la doctrina universal de los derechos humanos. Libertad como posibilidad de ejercer plenamente los derechos económicos, sociales, políticos, religiosos, de salud, vivienda, educación, cultura, sufragio, expresión, comunicación y todos los demás inherentes a la persona humana sin otras limitaciones que las restricciones mínimas establecidas democráticamente por razones de interés social.
La Solidaridad: Como virtud humana y democrática que se expresa en la concurrencia y cooperación entre los seres humanos, en la contribución de sus aptitudes y potencialidades, en la aportación recíproca de esfuerzos y voluntades tanto para lograr fines individuales y sociales como para superar sus dificultades.
La Honestidad: La promoción, exigencia y salvaguarda de nuestras actuaciones individuales y colectivas dentro o fuera del Partido caracterizadas por la ética, probidad, rectitud, honradez y transparencia. Honestidad como comportamiento honorable individual y social, en el Partido y en el Estado, en la actividad privada y en la función pública. Honestidad como respeto al ordenamiento jurídico, a las instituciones y a las normas de convivencia social y moral. Honestidad como observancia rigurosa y respeto a nuestros principios, reglas, historia, deberes ciudadanos y partidistas. Honestidad como garantes de la sanción a las infracciones éticas y disciplinarias.
El Pluralismo: Que se expresa en la necesaria y pacífica coexistencia de las más diversas formas de ser y de pensar, en la profesión de diferentes ideologías y cultos y como valor que garantice la convivencia entre sectores diferentes de la sociedad incluso más allá de su diversidad y heterogeneidad. Pluralismo garantizado en la tolerancia incluso de las ideas y posiciones antagónicas de nuestros adversarios. Pluralismo que halla auténtico sentido y expresión en garantizar el ejercicio del disenso, de las deliberaciones y polémicas que puedan conducir o no al consenso. AD, además de reconocer el valor del disenso y el consenso democrático al que aquel debe conducir, los proclama como principios esenciales e inquebrantables de la verdadera democracia.
Los Valores Morales
Desde tiempos inmemoriales y antes de que los valores hayan sido objeto de estudio de alguna ciencia como la filosofía o la ética, los hombres hemos establecido criterios para calificar los actos humanos de acuerdo con las expresiones y costumbres, que varían de acuerdo al tiempo, el espacio geográfico o las circunstancias en que estos se desarrollen. Se puede valorar de acuerdo con criterios estéticos, esquemas sociales, costumbres,principios éticos o, en otros términos, por el costo, la utilidad, el bienestar, el placer, el prestigio; tanto para quien realiza el acto como para los que se ven afectados por dicho acto, positiva o negativamente. Los valores son fruto de cambios y transformaciones a lo largo de la historia. Surgen con un especial significado y cambian o desaparecen en las distintas épocas.
Este concepto abarca contenidos y significados diferentes y ha sido abordado desde diversas perspectivas y teorías. En sentido humanista, se entiende por valor lo que hace que un hombre sea tal, sin lo cual perdería la humanidad o parte de ella. El valor se refiere a una excelencia o a una perfección. Desde un punto de vista socio-educativo, los valores son considerados referentes o pautas que orientan el comportamiento humano. Son guías que dan determinada orientación a la conducta y al comportamiento de cada individuo y de cada grupo social.
La visión subjetivista considera que los valores no son reales, no valen en sí mismos, sino que son las personas quienes les otorgan un determinado valor, dependiendo del agrado o desagrado que producen. Desde esta perspectiva, los valores son subjetivos, dependen de la impresión personal del ser humano.
A pesar de la diferencia en las concepciones teóricas que la humanidad ha adoptado, existen criterios comunes a partir de los cuales se establece la jerarquía de los valores. Algunos de esos criterios son:
No existe una ordenación o clasificación única de los valores. Lo importante a resaltar es que la mayoría de las clasificaciones realizadas incluyen la categoría de valores éticos y valores morales.
La jerarquía de valores según Max Scheler (1941) incluye:
La clasificación más común discrimina valores lógicos, éticos y estéticos. También han sido agrupados en: objetivos y subjetivos (Frondizi, 1972); o en valores inferiores (económicos y afectivos), intermedios (intelectuales y estéticos) y superiores (morales y espirituales). Rokeach (1973) formuló valores instrumentales o relacionados con modos de conducta (valores morales) y valores terminales o referidos a estados deseables de existencia (paz,libertad, felicidad, bien común).
La clasificación detallada que ofrece Marín Ibáñez (1976) diferencia seis grupos:
Se entiende por valor moral todo aquello que lleva al hombre a defender y crecer en su dignidad de persona. El valor moral perfecciona al hombre en cuanto a ser hombre, en su voluntad, en su libertad, en su razón. Depende exclusivamente de la elección libre, el sujeto decide alcanzar dichos valores y esto sólo será posible basándose en esfuerzo y perseverancia. El hombre actúa como sujeto activo y no pasivo ante los valores morales, ya que se obtienen basándose en mérito.
Los valores morales surgen primordialmente en el individuo por influjo y en el seno de la familia. Para que se dé esta transmisión de valores son de vital importancia la calidad de las relaciones con las personas significativas en su vida, sus padres, hermanos, parientes y posteriormente amigos y maestros.
Posteriormente estos valores morales adquiridos en el seno de la familia ayudarán a insertarnos eficaz y fecundamente en la vida social. De este modo la familia contribuye a lanzar personas valiosas para el bien de la sociedad.
Conciencia Moral
Es la valoración sobre la moralidad de un acto concreto. Es decir, es aquello que mueve a la voluntad por medio de las representaciones de la razón (objetivamente),y no a partir de causas subjetivas, por razones válidas para todo ser racional como tal.
Para que un acto sea bueno deben ser buenos los tres factores fundamentales que los motivan, esos tres factores son:
Basta con que uno de esos factores sea malo, para que todo el acto sea malo. La conciencia moral está integrada por un elemento intelectual, un elemento afectivo y un elemento volitivo, el intelecto o razón juzga, aprueba o desaprueba el acto, el elemento afectivo nos da respuesta sobre los sentimientos hacia ese acto, y el volitivo que tiene una tendencia natural al bien y que lo hace querer el bien moral.
Podemos clasificar la conciencia moral como:
Los Actos Humanos y los actos del Hombre
Los valores en el desarrollo profesionalEn la vida laboral, es probable encontrar situaciones en las que se pone a prueba la escala de valores que cada persona ha forjado durante su vida y durante su formación educativa. El comportamiento ético no es un asunto exclusivo de los profesionales, pero compromete con mayor énfasis a quienes han tenido el privilegio de una formación de nivel superior.
También las profesiones tienen un fin social y éste consiste en servir adecuadamente cada una de las necesidades que la sociedad debe satisfacer para posibilitar el bien común.
Este concepto abarca contenidos y significados diferentes y ha sido abordado desde diversas perspectivas y teorías. En sentido humanista, se entiende por valor lo que hace que un hombre sea tal, sin lo cual perdería la humanidad o parte de ella. El valor se refiere a una excelencia o a una perfección. Desde un punto de vista socio-educativo, los valores son considerados referentes o pautas que orientan el comportamiento humano. Son guías que dan determinada orientación a la conducta y al comportamiento de cada individuo y de cada grupo social.
La visión subjetivista considera que los valores no son reales, no valen en sí mismos, sino que son las personas quienes les otorgan un determinado valor, dependiendo del agrado o desagrado que producen. Desde esta perspectiva, los valores son subjetivos, dependen de la impresión personal del ser humano.
A pesar de la diferencia en las concepciones teóricas que la humanidad ha adoptado, existen criterios comunes a partir de los cuales se establece la jerarquía de los valores. Algunos de esos criterios son:
- Durabilidad: los valores se expresan en el curso de la vida. Hay valores que son más permanentes en el tiempo que otros.
- Integralidad: cada valor es una abstracción íntegra en sí mismo, no es divisible.
- Flexibilidad: cambian con las necesidades y experiencias de las personas.
- Satisfacción: los valores generan satisfacción en las personas que los practican.
- Polaridad: todo valor se presenta en sentido positivo y negativo; Todo valor conlleva un contravalor.
- Jerarquía: Hay valores considerados superiores y otros como inferiores (los relacionados con las necesidades básicas o vitales). Las jerarquías de valores no son rígidas ni predeterminadas; se van construyendo progresivamente.
- Trascendencia: Los valores trascienden el plano concreto; dan sentido y significado a la vida humana y a la sociedad.
- Dinamismo: Los valores se transforman con las épocas.
- Aplicabilidad: Los valores se aplican en las diversas situaciones de la vida; entrañan acciones prácticas que reflejan los principios valorativos de la persona.
- Complejidad: Los valores obedecen a causas diversas, requieren complicados juicios y decisiones.
No existe una ordenación o clasificación única de los valores. Lo importante a resaltar es que la mayoría de las clasificaciones realizadas incluyen la categoría de valores éticos y valores morales.
La jerarquía de valores según Max Scheler (1941) incluye:
- Valores de lo agradable y lo desagradable.
- Valores vitales.
- Valores espirituales: valores del conocimiento puro de la verdad.
- Valores religiosos: lo santo y lo profano.
La clasificación más común discrimina valores lógicos, éticos y estéticos. También han sido agrupados en: objetivos y subjetivos (Frondizi, 1972); o en valores inferiores (económicos y afectivos), intermedios (intelectuales y estéticos) y superiores (morales y espirituales). Rokeach (1973) formuló valores instrumentales o relacionados con modos de conducta (valores morales) y valores terminales o referidos a estados deseables de existencia (paz,libertad, felicidad, bien común).
La clasificación detallada que ofrece Marín Ibáñez (1976) diferencia seis grupos:
- Valores técnicos, económicos y utilitarios
- Valores vitales: educación física, educación para la salud.
- Valores estéticos: literarios, musicales, pictóricos.
- Valores intelectuales: humanísticos, científicos, técnicos.
- Valores morales: individuales y sociales.
- Valores trascendentales: cosmovisión, filosofía, religión.
Se entiende por valor moral todo aquello que lleva al hombre a defender y crecer en su dignidad de persona. El valor moral perfecciona al hombre en cuanto a ser hombre, en su voluntad, en su libertad, en su razón. Depende exclusivamente de la elección libre, el sujeto decide alcanzar dichos valores y esto sólo será posible basándose en esfuerzo y perseverancia. El hombre actúa como sujeto activo y no pasivo ante los valores morales, ya que se obtienen basándose en mérito.
Los valores morales surgen primordialmente en el individuo por influjo y en el seno de la familia. Para que se dé esta transmisión de valores son de vital importancia la calidad de las relaciones con las personas significativas en su vida, sus padres, hermanos, parientes y posteriormente amigos y maestros.
Posteriormente estos valores morales adquiridos en el seno de la familia ayudarán a insertarnos eficaz y fecundamente en la vida social. De este modo la familia contribuye a lanzar personas valiosas para el bien de la sociedad.
Conciencia Moral
Es la valoración sobre la moralidad de un acto concreto. Es decir, es aquello que mueve a la voluntad por medio de las representaciones de la razón (objetivamente),y no a partir de causas subjetivas, por razones válidas para todo ser racional como tal.
Para que un acto sea bueno deben ser buenos los tres factores fundamentales que los motivan, esos tres factores son:
- Objeto- contenido: lo que se hace, la materia del acto.
- Circunstancias: factores o aspectos que determinan y precisan el objeto, el quien, el cuándo, el cómo, etc.
- Fin: Intención o motivo del acto, aquello para lo que se hace.
Basta con que uno de esos factores sea malo, para que todo el acto sea malo. La conciencia moral está integrada por un elemento intelectual, un elemento afectivo y un elemento volitivo, el intelecto o razón juzga, aprueba o desaprueba el acto, el elemento afectivo nos da respuesta sobre los sentimientos hacia ese acto, y el volitivo que tiene una tendencia natural al bien y que lo hace querer el bien moral.
Podemos clasificar la conciencia moral como:
- Verdadera: cuando puede dictaminar objetivamente lo que es bueno o malo.
- Errónea: cuando no puede dictaminar objetivamente lo que es bueno o malo.
- Cierta: cuando el juicio moral es firme y seguro.
- Probable: cuando existen otras alternativas.
- Dudosa: cuando el juicio moral se suspende ante la duda.
- Perpleja: cuando existe colisión de deberes.
- Justa: cuando se juzga de manera adecuada el acto moral.
Los Actos Humanos y los actos del Hombre
- Los Actos Humanos: Son ejecutados consciente y libremente, es decir, en un nivel racional. Son originados en las facultades específicas del hombre, como la inteligencia y la voluntad. Estos son el objeto material de la ética y son los que pueden ser juzgados como buenos o malos desde el punto de vista de la Moral.
- Los Actos del Hombre: Carecen de conciencia o de libertad o de ambas cosas. Los actos del hombre sólo pertenecen al hombre porque él los ha ejecutado, pero no son propiamente humanos porque su origen es fisiológico. Estos actos son amorales, por lo tanto no pueden juzgarse como buenos o malos, moralmente.
Los valores en el desarrollo profesionalEn la vida laboral, es probable encontrar situaciones en las que se pone a prueba la escala de valores que cada persona ha forjado durante su vida y durante su formación educativa. El comportamiento ético no es un asunto exclusivo de los profesionales, pero compromete con mayor énfasis a quienes han tenido el privilegio de una formación de nivel superior.
También las profesiones tienen un fin social y éste consiste en servir adecuadamente cada una de las necesidades que la sociedad debe satisfacer para posibilitar el bien común.
Los Valores Humanos
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Los Valores Civicos
LIBERTAD
A diferencia del resto de los animales, los seres humanos tienen la facultad de elegir e inclusive inventar su forma de vida. Pueden optar por lo que les parece conveniente frente a lo presuntamente inadecuado. Sin embargo, el hacer uso de la libertad implica responsabilidades personales y ante los demás. La libertad es uno de los valores más importantes de la democracia y consiste en poder actuar por convicción propia, sin interferencias ni amenazas; por ejemplo: todo ciudadano es libre de votar por el partido político que prefiera, de trabajar en tal o cual empleo, de formar o no una familia, etc. Es decir, la libertad es la posibilidad de elegir entre diversas opciones sin estar sujeto a sanciones, amenazas o impedimentos. Para ejercer la libertad es necesario pensar de manera crítica, reflexiva e independiente, los motivos que impulsan a proceder de tal o cual forma y las consecuencias de ello. Si todos los miembros de una colectividad se comportaran sin importarles las consecuencias, se provocaría el caos; por ello, no puede existir una libertad absoluta. La libertad individual se limita para no afectar los derechos de los demás. Al hacer uso de la libertad, conlleva una responsabilidad ante las consecuencias de nuestras acciones. Se es libre de actuar, pero al mismo tiempo se es responsable de las consecuencias que pueda provocar este comportamiento. La libertad también se ve limitada por la cantidad de opciones existentes; por ejemplo: si sólo existiera una determinada marca de productos de uso doméstico, la libertad se reduciría a la decisión de comprar o no dichos artículos. Todo ciudadano goza de una serie de libertades establecidas en una ley. La libertad, empleada de forma inadecuada, puede hacer daño a quien abusa de ella y a los demás. Por eso es importante reflexionar muy bien antes de actuar; sin temor, pero con responsabilidad y respeto a los derechos de los demás. Éste es el principio fundamental de una convivencia democrática.
IGUALDAD
Con frecuencia se dice que todos los seres humanos son iguales. Sin embargo, si es cierto que se tiene algún parecido, en realidad no se puede decir que son completamente iguales. De hecho, lo evidente es que cada individuo es muy distinto: hay serios y alegres, blancos y morenos, por no hablar de que unos son mujeres y otros hombres, unos niños y otros adultos, en fin, lo que salta a la vista no es la igualdad entre los seres humanos, sino las diferencias. La igualdad como valor para la democracia no se refiere a que todos los integrantes de una sociedad deben que ser absolutamente iguales como objetos fabricados en serie. A lo que se refiere es que, sin excepción, todos los seres humanos, sin importar las diferencias, gozan de los mismos derechos por el simple hecho de ser personas: igualdad ante la ley; igualdad para satisfacer necesidades básicas (físicas, afectivas, culturales, etc.) e igualdad de oportunidades.
EQUIDAD
Se afirma que todos los seres humanos tienen derecho a un trato igualitario, pero en realidad existen diferencias muy marcadas en las oportunidades para acceder a servicios de salud, educación, vivienda y alimentación. En el ámbito internacional, existen desigualdades económicas entre países, las cuales generan problemas sociales como hambre, pobreza, deficiente asistencia médica y educativa, entre otros. Al igual que en muchas naciones, se presentan actos de discriminación debido a la raza, la desigualdad entre la pobreza y sexos. Constantemente se escuchan noticias o se es testigo de situaciones de rechazo a indígenas, discriminación a mujeres o abuso hacia personas de escasa educación o recursos económicos. Por otra parte en centros educativos algunos alumnos enfrentan rechazo por formar parte de familias económicamente desfavorecidas o desintegradas; por necesitar atención especial o por ser víctimas de maltrato infantil. Evidentemente estos menores tienen mayores dificultades para poder estudiar de manera adecuada. Los seres humanos no siempre reciben un trato equitativo, es decir, no siempre cuentan con las mismas oportunidades para estudiar, trabajar, alimentarse y satisfacer sus necesidades. Lo anterior no significa que todos los hombres y mujeres se comporten de la misma forma, pues la diferencia es lo que enriquece a la humanidad. La equidad se refiere a que cada uno obtenga lo que le corresponda conforme a sus necesidades, esfuerzo o trabajo. Al mismo tiempo todo individuo aspira a recibir lo que le corresponde de los bienes del grupo al que pertenece.
JUSTICIA
A lo largo de la vida, se tienen diferentes actitudes hacia los demás: aceptación, rechazo, indiferencia, afecto, etc. Es frecuente preguntarse si las acciones y formas de pensar personales están en lo correcto y, la verdad, casi siempre se tienen dudas acerca de ello; es decir, no se está completamente seguro de una actuación completamente justa.
La palabra justicia es empleada frecuentemente, sin embargo, se emplea de modos distintos. A continuación se presentan tres ejemplos de lo que los seres humanos han considerado justo en diferentes etapas de la historia:
En síntesis, la aplicación de la justicia varía con el tiempo y con las sociedades, pero, en todos los casos, se basa en leyes o preceptos válidos para un determinado grupo social; por ello, el concepto de justicia se refleja en el conjunto de leyes que una sociedad ha establecido para garantizar el orden y el desarrollo colectivos. La razón para hacer lo justo es que las personas se pueden reconocer como seres humanos con igualdad de derechos.
RESPETO
Suele decirse "igualdad para vivir, respeto para convivir".
Cada ser humano posee características propias, personales; por ejemplo: de complexión gruesa o delgada; con nariz grande, pequeña o mediana; también es un rasgo distintivo la forma de hablar, caminar y de vestir; existe la propiedad privada y, también, los bienes de todos los integrantes de la sociedad; se tienen gustos, ideas y preferencias propias. En fin, cada uno es como es y tiene lo que tiene. Si alguien no respeta la forma de ser o las cosas personales, seguramente se generará un conflicto. Para garantizar la convivencia se han establecido una serie de normas; pero hay la llamada "regla de oro", que consiste en "no hacer a otro lo que no se quiera que le hagan a uno". Lo anterior significa que respetar a los demás es la base para ser respetados. El respeto es un valor muy importante que consiste en considerar los derechos y la dignidad humana de los demás sin importar sus características físicas o su forma de pensar. Cada ser humano es diferente, sin embargo, tiene los mismos derechos; por ello, aceptar a los demás tal y como son es el principio para obtener de ellos aceptación y respeto.
La diversidad en la forma de ser y de pensar de los seres humanos, brinda bienestar a la vida colectiva de las comunidades y naciones. En muchos casos, las diferencias entre los humanos son motivo de admiración y alegría. Sin embargo, la falta de respeto en ocasiones origina intolerancia y ésta provoca violencia, destrucción y muerte. Por el contrario, el intercambio y la aceptación de las diferencias, posibilita el progreso y el bienestar social. El respeto como valor cívico tiene un profundo significado que se refleja en el trato a los demás. En la medida en que cada persona es capaz de conocerse a sí misma y de conocer y aceptar a los demás tal y como son, será posible convivir pacíficamente.
TOLERANCIA
El respeto es imprescindible para convivir de manera pacífica; sin embargo, no siempre se respeta, principalmente cuando alguien no está de acuerdo con la forma de pensar o actuar personal. Los pequeños y grandes conflictos de la humanidad han empezado, casi siempre, al no respetar las ideas de otros (pueblos, grupos o personas), por condenar a quienes son diferentes, por no aceptar que las diferencias son necesarias para el progreso y no reconocer que la diversidad es condición para vivir en paz con los demás y para que la humanidad pueda desarrollarse. A lo largo de la historia, los individuos han manifestado intolerancia hacia quienes son diferentes por su color de piel, religión, preferencias políticas, costumbres, nacionalidad o forma de pensar. Tolerar es aceptar a quienes son diferentes y respetar sus opiniones, hábitos o costumbres. Es un valor de vital importancia que favorece una adecuada convivencia entre los integrantes de la sociedad. Las diferencias permiten el progreso, pero pueden provocar conflictos. Una manera de evitarlos es el diálogo. "Hablando se entiende la gente" dice un refrán popular. A través del diálogo es posible conocer, comprender y ponerse de acuerdo. Sin renunciar a diferencias personales, es posible tomar decisiones que beneficien a la mayoría.
Desde luego, las ventajas de dialogar y tomar acuerdos es indiscutible. Si existe éste entre los integrantes de un grupo social, se crea la posibilidad de establecer acuerdos; por ejemplo: en clase se puede decidir quién será el jefe de grupo; en familia decidir a dónde ir de vacaciones; en la comunidad es factible llegar a acuerdos para mejorar la limpieza de las calles, etcétera. El reconocimiento y aceptación a los otros ayudan a formar núcleos humanos con relaciones más justas, en las que las voces de todos sean escuchadas y donde los acuerdos se respeten.
SOLIDARIDAD
"La unión hace la fuerza", "dar una manita", "meter el hombro", "jalar parejo", son dichos que se emplean para referirse a la cooperación y a la solidaridad.
Se dice que lo importante no es ganar, sino competir. Pero no es posible negar que, en la actualidad, los individuos compiten con la finalidad de ser los mejores en los deportes, el trabajo, la escuela, etcétera. La competencia proporciona, en buena medida, la motivación para mejorar; pero puede conducir al egoísmo, a la falta de cooperación o a la frustración y a olvidar que "la unión hace la fuerza". Todos los días se viven conflictos y situaciones en las que es necesario unir ideas, energías y responsabilidades individuales con las del resto del grupo; esto es, se necesita actuar con solidaridad. La solidaridad significa identificarse con otros, unirse a una causa, trabajar en equipo para satisfacer las necesidades de todos los integrantes de una colectividad y para resolver los problemas que enfrentan. Esto es un acto libre, consciente y voluntario, por ello se debe hacer de manera responsable.
Los retos de un grupo solidario son mejorar las condiciones de vida de la comunidad, compartir los recursos y el trabajo de una manera equitativa, ayudar a los demás cuando sea necesario, así como solucionar los problemas y atender las demandas en conjunto. En las familias, comunidades, centros escolares y de trabajo, etc., se enfrentan diversos problemas; es posible aceptarlos y resolverlos de forma personal; pero si la gente trabaja unida, puede resolver más fácil y eficientemente las dificultades.
RESPONSABILIDAD
Los seres humanos son libres de elegir su forma de ser y vivir, sin embargo, al hacer uso de esta libertad adquieren un compromiso: la responsabilidad.
Todos —hombres y mujeres— gozan del derecho de actuar con libertad, pero también tienen la obligación de responder ante las consecuencias de sus acciones.
Tal respuesta puede tener, al menos, dos facetas. La primera tiene que ver con aceptar las consecuencias de la conducta adoptada y responder ante los demás cuando quieran saber quién llevó a cabo las acciones que fueron la causa de tales o cuales efectos, ya sean buenos o malos; la segunda, consiste en ser capaz de dar razones cuando se cuestione por qué se hicieron dichas acciones. Si se tiene la capacidad para admitir la responsabilidad personal ante las consecuencias, entonces se ejerce de manera reflexiva la libertad. Por tanto, actuar con responsabilidad significa estar seguro de que lo que se hace es adecuado y no afecta a los demás. Es importante señalar que la responsabilidad no se asume solamente ante los otros, sino ante uno mismo, esto quiere decir que aunque no existan prohibiciones explícitas, si se considera que puede afectar a quien actúa o a otros, se deben imponer límites de manera personal ya que no puede haber reglas sociales para todo.
En la vida social, lo importante no es el beneficio de unos cuantos sino el de la sociedad en general. Por eso, muchas veces, tomar decisiones resulta tan difícil. Algo similar sucede en los grupos sociales: no es adecuado obtener beneficios personales perjudicando a otros, no es democrático mejorar las condiciones de vida de algunos sacrificando a otros, así como tampoco es justo que en algunas comunidades exista la intolerancia o la irresponsabilidad y, sin embargo, existen.
A diferencia del resto de los animales, los seres humanos tienen la facultad de elegir e inclusive inventar su forma de vida. Pueden optar por lo que les parece conveniente frente a lo presuntamente inadecuado. Sin embargo, el hacer uso de la libertad implica responsabilidades personales y ante los demás. La libertad es uno de los valores más importantes de la democracia y consiste en poder actuar por convicción propia, sin interferencias ni amenazas; por ejemplo: todo ciudadano es libre de votar por el partido político que prefiera, de trabajar en tal o cual empleo, de formar o no una familia, etc. Es decir, la libertad es la posibilidad de elegir entre diversas opciones sin estar sujeto a sanciones, amenazas o impedimentos. Para ejercer la libertad es necesario pensar de manera crítica, reflexiva e independiente, los motivos que impulsan a proceder de tal o cual forma y las consecuencias de ello. Si todos los miembros de una colectividad se comportaran sin importarles las consecuencias, se provocaría el caos; por ello, no puede existir una libertad absoluta. La libertad individual se limita para no afectar los derechos de los demás. Al hacer uso de la libertad, conlleva una responsabilidad ante las consecuencias de nuestras acciones. Se es libre de actuar, pero al mismo tiempo se es responsable de las consecuencias que pueda provocar este comportamiento. La libertad también se ve limitada por la cantidad de opciones existentes; por ejemplo: si sólo existiera una determinada marca de productos de uso doméstico, la libertad se reduciría a la decisión de comprar o no dichos artículos. Todo ciudadano goza de una serie de libertades establecidas en una ley. La libertad, empleada de forma inadecuada, puede hacer daño a quien abusa de ella y a los demás. Por eso es importante reflexionar muy bien antes de actuar; sin temor, pero con responsabilidad y respeto a los derechos de los demás. Éste es el principio fundamental de una convivencia democrática.
IGUALDAD
Con frecuencia se dice que todos los seres humanos son iguales. Sin embargo, si es cierto que se tiene algún parecido, en realidad no se puede decir que son completamente iguales. De hecho, lo evidente es que cada individuo es muy distinto: hay serios y alegres, blancos y morenos, por no hablar de que unos son mujeres y otros hombres, unos niños y otros adultos, en fin, lo que salta a la vista no es la igualdad entre los seres humanos, sino las diferencias. La igualdad como valor para la democracia no se refiere a que todos los integrantes de una sociedad deben que ser absolutamente iguales como objetos fabricados en serie. A lo que se refiere es que, sin excepción, todos los seres humanos, sin importar las diferencias, gozan de los mismos derechos por el simple hecho de ser personas: igualdad ante la ley; igualdad para satisfacer necesidades básicas (físicas, afectivas, culturales, etc.) e igualdad de oportunidades.
EQUIDAD
Se afirma que todos los seres humanos tienen derecho a un trato igualitario, pero en realidad existen diferencias muy marcadas en las oportunidades para acceder a servicios de salud, educación, vivienda y alimentación. En el ámbito internacional, existen desigualdades económicas entre países, las cuales generan problemas sociales como hambre, pobreza, deficiente asistencia médica y educativa, entre otros. Al igual que en muchas naciones, se presentan actos de discriminación debido a la raza, la desigualdad entre la pobreza y sexos. Constantemente se escuchan noticias o se es testigo de situaciones de rechazo a indígenas, discriminación a mujeres o abuso hacia personas de escasa educación o recursos económicos. Por otra parte en centros educativos algunos alumnos enfrentan rechazo por formar parte de familias económicamente desfavorecidas o desintegradas; por necesitar atención especial o por ser víctimas de maltrato infantil. Evidentemente estos menores tienen mayores dificultades para poder estudiar de manera adecuada. Los seres humanos no siempre reciben un trato equitativo, es decir, no siempre cuentan con las mismas oportunidades para estudiar, trabajar, alimentarse y satisfacer sus necesidades. Lo anterior no significa que todos los hombres y mujeres se comporten de la misma forma, pues la diferencia es lo que enriquece a la humanidad. La equidad se refiere a que cada uno obtenga lo que le corresponda conforme a sus necesidades, esfuerzo o trabajo. Al mismo tiempo todo individuo aspira a recibir lo que le corresponde de los bienes del grupo al que pertenece.
JUSTICIA
A lo largo de la vida, se tienen diferentes actitudes hacia los demás: aceptación, rechazo, indiferencia, afecto, etc. Es frecuente preguntarse si las acciones y formas de pensar personales están en lo correcto y, la verdad, casi siempre se tienen dudas acerca de ello; es decir, no se está completamente seguro de una actuación completamente justa.
La palabra justicia es empleada frecuentemente, sin embargo, se emplea de modos distintos. A continuación se presentan tres ejemplos de lo que los seres humanos han considerado justo en diferentes etapas de la historia:
- En 1792 a.C., Hammurabi (1800-1750 a.C.), uno de los monarcas de Mesopotamia, mandó inscribir sobre una piedra un gran código con las leyes vigentes de su tiempo. Una de las principales características de éste era la forma de aplicar la justicia en casos de crimen. La legislación criminal se basaba en la "Ley del Talión": Si un hombre destruye el ojo de otro hombre, se le destruirá a él el ojo; si un hombre arranca el diente a otro hombre de su misma categoría, se le arrancará el diente a él.
- El Corán (libro sagrado de los musulmanes) otorgaba a los hombres el derecho de castigar a las esposas adúlteras. En caso de adulterio planteaba que, cualquiera que acusara de este delito a una mujer, debía presentar cuatro testigos, prueba suficiente para condenarla a sentencias tan severas como la muerte.
- En la actualidad, en algunas comunidades indígenas del estado de Chiapas existe una aplicación de la justicia muy peculiar; por ejemplo: si un individuo mata a otro el castigo consiste en que si el muerto era casado y tenía hijos, el asesino debe mantener de por vida a la viuda y a los hijos.
En síntesis, la aplicación de la justicia varía con el tiempo y con las sociedades, pero, en todos los casos, se basa en leyes o preceptos válidos para un determinado grupo social; por ello, el concepto de justicia se refleja en el conjunto de leyes que una sociedad ha establecido para garantizar el orden y el desarrollo colectivos. La razón para hacer lo justo es que las personas se pueden reconocer como seres humanos con igualdad de derechos.
RESPETO
Suele decirse "igualdad para vivir, respeto para convivir".
Cada ser humano posee características propias, personales; por ejemplo: de complexión gruesa o delgada; con nariz grande, pequeña o mediana; también es un rasgo distintivo la forma de hablar, caminar y de vestir; existe la propiedad privada y, también, los bienes de todos los integrantes de la sociedad; se tienen gustos, ideas y preferencias propias. En fin, cada uno es como es y tiene lo que tiene. Si alguien no respeta la forma de ser o las cosas personales, seguramente se generará un conflicto. Para garantizar la convivencia se han establecido una serie de normas; pero hay la llamada "regla de oro", que consiste en "no hacer a otro lo que no se quiera que le hagan a uno". Lo anterior significa que respetar a los demás es la base para ser respetados. El respeto es un valor muy importante que consiste en considerar los derechos y la dignidad humana de los demás sin importar sus características físicas o su forma de pensar. Cada ser humano es diferente, sin embargo, tiene los mismos derechos; por ello, aceptar a los demás tal y como son es el principio para obtener de ellos aceptación y respeto.
La diversidad en la forma de ser y de pensar de los seres humanos, brinda bienestar a la vida colectiva de las comunidades y naciones. En muchos casos, las diferencias entre los humanos son motivo de admiración y alegría. Sin embargo, la falta de respeto en ocasiones origina intolerancia y ésta provoca violencia, destrucción y muerte. Por el contrario, el intercambio y la aceptación de las diferencias, posibilita el progreso y el bienestar social. El respeto como valor cívico tiene un profundo significado que se refleja en el trato a los demás. En la medida en que cada persona es capaz de conocerse a sí misma y de conocer y aceptar a los demás tal y como son, será posible convivir pacíficamente.
TOLERANCIA
El respeto es imprescindible para convivir de manera pacífica; sin embargo, no siempre se respeta, principalmente cuando alguien no está de acuerdo con la forma de pensar o actuar personal. Los pequeños y grandes conflictos de la humanidad han empezado, casi siempre, al no respetar las ideas de otros (pueblos, grupos o personas), por condenar a quienes son diferentes, por no aceptar que las diferencias son necesarias para el progreso y no reconocer que la diversidad es condición para vivir en paz con los demás y para que la humanidad pueda desarrollarse. A lo largo de la historia, los individuos han manifestado intolerancia hacia quienes son diferentes por su color de piel, religión, preferencias políticas, costumbres, nacionalidad o forma de pensar. Tolerar es aceptar a quienes son diferentes y respetar sus opiniones, hábitos o costumbres. Es un valor de vital importancia que favorece una adecuada convivencia entre los integrantes de la sociedad. Las diferencias permiten el progreso, pero pueden provocar conflictos. Una manera de evitarlos es el diálogo. "Hablando se entiende la gente" dice un refrán popular. A través del diálogo es posible conocer, comprender y ponerse de acuerdo. Sin renunciar a diferencias personales, es posible tomar decisiones que beneficien a la mayoría.
Desde luego, las ventajas de dialogar y tomar acuerdos es indiscutible. Si existe éste entre los integrantes de un grupo social, se crea la posibilidad de establecer acuerdos; por ejemplo: en clase se puede decidir quién será el jefe de grupo; en familia decidir a dónde ir de vacaciones; en la comunidad es factible llegar a acuerdos para mejorar la limpieza de las calles, etcétera. El reconocimiento y aceptación a los otros ayudan a formar núcleos humanos con relaciones más justas, en las que las voces de todos sean escuchadas y donde los acuerdos se respeten.
SOLIDARIDAD
"La unión hace la fuerza", "dar una manita", "meter el hombro", "jalar parejo", son dichos que se emplean para referirse a la cooperación y a la solidaridad.
Se dice que lo importante no es ganar, sino competir. Pero no es posible negar que, en la actualidad, los individuos compiten con la finalidad de ser los mejores en los deportes, el trabajo, la escuela, etcétera. La competencia proporciona, en buena medida, la motivación para mejorar; pero puede conducir al egoísmo, a la falta de cooperación o a la frustración y a olvidar que "la unión hace la fuerza". Todos los días se viven conflictos y situaciones en las que es necesario unir ideas, energías y responsabilidades individuales con las del resto del grupo; esto es, se necesita actuar con solidaridad. La solidaridad significa identificarse con otros, unirse a una causa, trabajar en equipo para satisfacer las necesidades de todos los integrantes de una colectividad y para resolver los problemas que enfrentan. Esto es un acto libre, consciente y voluntario, por ello se debe hacer de manera responsable.
Los retos de un grupo solidario son mejorar las condiciones de vida de la comunidad, compartir los recursos y el trabajo de una manera equitativa, ayudar a los demás cuando sea necesario, así como solucionar los problemas y atender las demandas en conjunto. En las familias, comunidades, centros escolares y de trabajo, etc., se enfrentan diversos problemas; es posible aceptarlos y resolverlos de forma personal; pero si la gente trabaja unida, puede resolver más fácil y eficientemente las dificultades.
RESPONSABILIDAD
Los seres humanos son libres de elegir su forma de ser y vivir, sin embargo, al hacer uso de esta libertad adquieren un compromiso: la responsabilidad.
Todos —hombres y mujeres— gozan del derecho de actuar con libertad, pero también tienen la obligación de responder ante las consecuencias de sus acciones.
Tal respuesta puede tener, al menos, dos facetas. La primera tiene que ver con aceptar las consecuencias de la conducta adoptada y responder ante los demás cuando quieran saber quién llevó a cabo las acciones que fueron la causa de tales o cuales efectos, ya sean buenos o malos; la segunda, consiste en ser capaz de dar razones cuando se cuestione por qué se hicieron dichas acciones. Si se tiene la capacidad para admitir la responsabilidad personal ante las consecuencias, entonces se ejerce de manera reflexiva la libertad. Por tanto, actuar con responsabilidad significa estar seguro de que lo que se hace es adecuado y no afecta a los demás. Es importante señalar que la responsabilidad no se asume solamente ante los otros, sino ante uno mismo, esto quiere decir que aunque no existan prohibiciones explícitas, si se considera que puede afectar a quien actúa o a otros, se deben imponer límites de manera personal ya que no puede haber reglas sociales para todo.
En la vida social, lo importante no es el beneficio de unos cuantos sino el de la sociedad en general. Por eso, muchas veces, tomar decisiones resulta tan difícil. Algo similar sucede en los grupos sociales: no es adecuado obtener beneficios personales perjudicando a otros, no es democrático mejorar las condiciones de vida de algunos sacrificando a otros, así como tampoco es justo que en algunas comunidades exista la intolerancia o la irresponsabilidad y, sin embargo, existen.